En calle Lagos casi al llegar a Portales me encontré con esta escena, unos maestros pintando una puerta corrediza metálica y con cuidado de no manchar el mural.
Según lo que me dijeron el dueño estaba muy interesado en que no se perdiera, un pequeño reconocimiento al trabajo.
Algo que estoy seguro se repetirá, felicitaciones a los autores.